DE «FOROS» Y OTROS «ROLLOS» ...

EL BUEY APIS

DE «FOROS»
Y
OTROS «ROLLOS»
...

¡Qué no! ¡Que el tiempo no pasa, que se detiene en el segundito de la eternidad! ¡Ah! Paisano, hace cuánto que no nos leemos. No hace falta recordar mucho para conocer la respuesta: 'Ha sido tanto que ya no recuerdo la próximidad de tu sabio comentario'. ¿Por qué parece sarcasmo mi respuesta ante la incógnita? Porque hace tan poquito de ese tiempo que ahora rebatimos, le escuché decir a un ingenuo inteligente: "Todos en internet somos sabios, inteligentes". ¡Contra ese tipo de lógica no puedo debatir! y estamos de acuerdo, ¿o no?

Hoy, como bien se podrá notar por el tinte melodramático de mis palabras, me invadió la nostalgia, el recuerdo, lo añejo. Está tan de moda y voga el 'inscribirse' a uno de los tantos 'Foros de discusión' que existen actualmente en el mundo de internet...¿A qué? preguntará usted; a lo que sea, paisano, a debatir, a discutir, a sacar traumas olvidados, a presumir el amplio lenguaje grotesco que de su mente pueda salir, improverbios pues. Y de improverbios e imporverbios nos llenamos de diez páginas y nada resolvemos y en nada nos ponemos de acuerdo. Y así, de nada en nada, nos vamos quedando en el atolladero.

Pero eso sí, no se atreva a externar su punto de vista que pensaba correcto, porque inmediatamente el próximo inteligente llega con su verdad y me lo desmiente. Así es esta gente, cada una tiene su verdad e intenta meterla a punta de patadas, de improverbios, como le venía diciendo. Y nuevamente así nos vamos, de observar el comentario de uno para desmentirlo a continuación y no falta el que llegué a meter su 'cuchara': o se nos une o se nos va contra nosotros porque concuerda con el comentario pasado al suyo.

El gusanito se extiende y se extiende: Yo tengo razón por 'blah blah blah' pero ¡qué no! ¡qué sí! y nada de provecho se saca. Más que una pequeña úlcera por el coraje entripado que pasó 'debatiendo y comentado' con el tipo de arriba y abajo de su primer comentario. No falta ahora el que lo niegue:"¡¿Yo?! ¡¿Coraje entripado por un comentario de alguien que ni conosco pero que demostró tener razón aunque yo lo niegue?! ¡Jamás! Si sólo entro al foro a divertirme, a opinar, a reírme, al desestrés total." Así es esta 'gente' paisano, nunca te dará la razón aunque la tengas ni aceptará como erróneo lo que piensa. ¡Primero cambiarse de 'foro' antes que demostrar enojo! Todo se vale, todo cuenta...

No estás agusto en un sitio: Fácil, te cambias a otro. Puedes inscribirte en los miles de foros que existen en la web. Hay foros que ostentan entre sus filas más de tres mil usuarios, pero no te dejes engañar, de esos, sólo diez comentan y de entre ellos, son los mismos que reniegan lo que piensas. ¡Es una batalla perdida en la que irónicamente, nadie sale vencedor! Porque verdad hay sólo una y esa nadie la tiene.

Porque verdad única no existe; verdades hay muchas, por cientos, por montones, cada quien es su verdad y cada quien es su antitesis. ¿Pero en qué estaba? ¡Ah, sí! Hoy estoy nostalgica y quiero platicarte mi poca experiencia en esto de los 'Foros'.

Quiero comenzar diciendo a mi favor, que esto es relativamente nuevo para mí, yo no los conocía ni sabía de qué iban esos mencionados 'Foros'. Supongo que alguien inició con la superstición y leyenda de que opinando 'públicamente' se llegaría a algo. Pero no, a nada se llega, todo se queda en notas bajas y en el pudridero del olvido. Foros van y vienen, tan rápido se crean como desaparecen. ¡Suerte de los que aún siguen vigentes! ¡Un requiescat* por los sobrevivientes! Antes, la diversión eran los sitios de conversación en tiempo real, o sea, yo de este lado del computador y usted del otro, al mismo tiempo, intercambiando 'momentos', 'vivencias', y 'fantasías' por qué no. Pero de eso que le cuento, ya queda poco, han ido pasando de moda, se los ha llevado el viento... Todo es efímero, todo... Esas conversaciones ya nadie las recuerda, de esos momentos que parecían de vida feliz, de cuento, ya nada queda... Mas que ese requiescat que arribita irónicamente yo le escribí.

Lo siguiente, fueron los 'Foros' y después le continuaron los 'blog's' (Una especie de diario y anecdotario, que más adelante le relataré, paisano, téngame paciencia). Los Foros, los de la "opinión tuya cuenta", ¡qué va a estar contando, paisano! Que no me lo engañen, que no me lo lleven al baile de la quiebra de sus ideas. Es entretenido, sí. Negar que me he pasado un buen tiempo y que me divertí, sería hipocrecía. Los consejos de nada sirven, querido paisano, nunca haga caso de los consejos, porque entre más siga al pie de la letra aquéllos, más jodida será su experiencia. ¡Aprénda por su propia cuenta!

Figúrese usted, que un buen día llegué a 'moderar' (palabra o término que se usa para poner orden en el caos a un foro) uno de éstos, ¡la arrepentida que me dí! Esta raza envidiosa nada le perdona, paisano, usted bien debe de saberlo: somos egoístas por naturaleza. Cortésmente me incluyo para que no se sienta ofendido o aludido. ¡Aquél que piense que es feliz, lo es por egoísmo! Y mejor frase no puede describir lo que somos aquí en México, sí señor, sí señora. El mayor freno que existe en nuestra sociedad es la envidia al progreso ajeno. Pero no haga caso a este indirecto consejo, paisano, vaya usted descrubiéndolo de poco en poco.

¿Por qué a ella la pusieron de 'moderadora' si yo llevo más tiempo aquí en el foro? ¿Nada más por qué hizo una 'revuelta' y todos le siguieron su fantochosa idea? ¡Ni hablar! ¡A ésta la tumbo del puesto en el que está! ¡Ahí tengo que estar yo, porque soy más inteligente!

No, paisano, es todo un argumento el que le ponen para el estancamiento. Y como bien puede intuir, me quitaron del puesto, al grado, de salir por 'la puerta trasera' de ese foro, del que omito cualquier descripción porque no quiero que la turbamulta se me venga nuevamente encima. Las cuentas por ser saldadas en el olvido quedan, pero quiso hoy la fortuna del ocio, que yo las recordara.

Fue una mala experiencia, ya le digo, paisano. A la par de mi participación en aquel sitio, iniciaba la aventura 'literaria' en uno de esos 'diarios' o 'anecdotarios' que arribita le mencionaba. ¿Cuál es el propósito de éstos? Ninguna, si usted me permite responder por grosería a mí misma pregunta, sin darle la oportunidad de que piense la suya, o sea, su respuesta. Mi blog, invadido con el amplio vocabulario grotesco de las hordas insultadas, mensajes ofensivos, ¡vaya! hasta páginas descriptivas de lo tan hija de puta que puedo llegar a ser. Porque eso sí, paisano, usted no me conoce cuando yo me enojo. Puedo llegar a convertirme realmente en éso, en una hija de puta cualquiera.

Como la que ahorita seguramente se cree de más inteligencia por llegar al 'puesto' que se merece. Para algunas personas formar parte de un foro es la vida entera, no sólo la virtual sino la física. ¿Puede usted creerlo?


No me crea a mí, haga la prueba y lo notará. Sentirá el acecho, el acoso a sus palabras, la paranoia de las respuestas que le puedan venir en contra. ¡Ah! Ya le digo paisano, es un sentimiento masoquista y malsano. Acabará por desesperarlo si usted no los desespera primero.

El segundo de estos foros. Fue toda una odisea de como cuatro semanas, el mes.



Estaba en busca de más 'piratería' que descargar, de discos, de películas, de lo que fuera y se dejara. Porque yo no soy escrupulosa y me trago cuentos que la piratería es mala. Malo es no descargar lo que amablemente, la chusma -dejándo a lado su egoísmo- se ofrece a compartir. Porque hasta eso, cada aporte lleva una descarga de afán protagónico, de deseos de reconocimiento y alabanza. ¡Qué no le digan lo contrario, porque le están mintiendo! Y a mí, niña necia, no me gusta mentir mas que con la verdad.

Encontré lo buscado, me dejé embriagar nuevamente por el hechizo de intercambiar mi 'opinión' compasiva para con los que menos saben. Usted dirá que me estoy metiendo en un traje que no me queda, que estoy creando un mito sobre mí misma. Es su opinión, paisano, y se la respeto.

Tanto es mi respeto, que le daré mi definición de lo que en verdad siente hace un favor:

"En plasmar una crítica"

¡Qué toda crítica es sana! dicen los moralistas, ¡Patrañas! Qué sano va a ser andar desmintiendo la verdad del otro. ¡Qué si no es sana, entonces lo malsano puede llegar a ser constructivo! Ni lo uno ni lo otro, ni sano ni constructivo ¡Idiotas, insensatos! Ninguna crítica es constructiva, es desconstructiva...Repito: Que no le digan lo contrario, porque lo están engañando, paisano.

El tema en particular, que alguna vez me detuve a compartir con usted, amable lector: Los musulmanes (y que por título inherente le puse: La intolerancia).
Los musulmanes, sí señor, raza más mala, paridera ignorante y misogina. Pero ya sabe usted como son de insensibles: ¡Qué no, qué no todos son así!...

El idiota fanático que sigue una religión -cualesquiera que ésta sea- idiota es y así habrá de quedarse. Total, que por decir mi verdad sobre los musulmanes me tíldaron de:"Fomentadora de odios". ¡Yo no me llamaría así!.. Quizá una sinverguenza por no andarme con medias tintas, pero fomentadora de odio, ¡jamás! ¡Fomentadores de la estupidez ellos serán y sobre su conciencia que les quede!



Me echarón, paisano. Ni contra todo argumento pude con ellos. La arrogancia es así, no acepta contra respuesta: O es o no es, y como ellos todo lo saben, es... «es» fue.

Si habré de darle una descripción concreta de esos foros de «discusión», sería esa: arrogancia. No hay más. Arrogancia, soberbia y el interminable afán protagónico de tener como única y válida, una sola verdad, «la suya», «la de ellos». Pero no me crea a mí, vaya usted y compruébelo. Volverá de nuevo aquí, a este lugar donde pertenencen estas letras e intentará desengañarme, se lo sostengo (y no es albur). Es una profecía de la cual no creo equivocarme, porque conosco a mi gente, porque mucho le sé y no es por consejos.

¡Vaya pues, y haga valer su opinión! Pero debo advertirle, que aunque tenga usted razón, de nada le servirá, porque nada cambiará, porque nada habrá de concientizar, porque igual al rato, mañana o pasado mañana, se habrá de olvidar. Todo lleva el mismo destino, al basurero de la discrepancia.

¡Su verdad y su palabra en esos foros, no sirven de nada!
Y de nada en nada nos vamos llenando cinco, siete o diez páginas.

Artículo por:
Karla Nerea Valencia