Le decían:
"El abuelo”
"El abuelo”
Tenía 20 y parecía de 60, no exagero. Lo llamaban El Abuelo. La música era su pasión, el rockero Kurt Cobain su ídolo y, siguiendo el ejemplo de éste, resolvió que ya había vivido demasiado y en consecuencia no le cabía otra alternativa que el suicidio.
¡Pero le daba hueva!
Entonces se pintó una raya en torno a las muñecas de sus brazos con esta leyenda:
«corte aquí».
Y anudó su cuello con una soga con esta leyenda:
«jale aquí».
La gente de la calle sonreía y lo miraba a los ojos. Otros no, desviaban la vista y apresuraban el paso. Una viejita lo paró y le dijo:
«joven, con la muerte no se juega».
El abuelo se puso entonces a pensar y le entro la duda: ¿y si después de suicidarse se arrepentía? Y corrió al lavabo a limpiar sus muñecas mientras se quitaba la soga del cuello.
Ya nadie le dice El Abuelo.
Y su ídolo dejó de ser Kurt Cobain, reemplazado por Ricky Martin.
Por:
Marcos Winocur
Marcos Winocur
1 comentario:
Me gustó todo menos el final. No lo sentí orgánico. Buen relato.
Me gustó como quedo la nueva imagen del blog. ¡Saludos!
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