jueves, julio 31, 2008

«¿Quién Escribió Aquí?»

Anoche, me despertó la percepción de un aroma nauseabundo, abrí los ojos, con calmada somnolencia y note una mancha verde que se dibujaba en el pecho de el pijama… verde, pardo, oscura, maloliente… Descubrí, que en la mitad que parte mi pecho, sobresalía mi corazón… éste, se me pudrió mientras dormía.

Y así, con esta sensación que aún no logro apartar de mi pensar, vivo sin sentimientos, sin notar el sufrimiento, es como si aparte de haber perdido la extremidad del sentimiento, hubiese perdido el tornillo de la cabeza que me sujetaba a la racionalidad.

Yo, una herida por el ácido de la cordura, experimento una nueva fase de renacimiento, una donde la muerte y la vida misma, es un pacto con la lejanía del orden que establece la sociedad, quiero morir y que en mi epitafio se mencione que siempre pensé que mi vida había sido una mala broma, una jugarreta del destino de alguien que sin quererlo me puso aquí. ¿Para qué?, supongo que ni esa persona lo sabe.

Observo los hilos que brotan de mis brazos, de mis piernas, de mis labios.
Repito todo lo que he escuchado y memorizo cada uno de mis pasos, para que al volver la vista atrás, no me olvide de lo andando. Pero es un sueño nada más, confieso que muchas veces he perdido el rumbo, y mientras camino, me repito:

“Cuántos ojos de niños muertos se necesitarán para que el hombre pueda observar su alma”… A mí me hicieron falta ánimos, niños muertos que produjeran esa visión paranormal, telequinesis. Veo con profundo desenfado la gente que he dañado al paso, y no puedo más que desear poder sentir algo. No estoy loca, quiero decir, no lo suficiente como para cerrar mi mente y caer en la negación que todo es producto de un orden mayor, que ha sido establecido, pero que escapo de las manos del creador. Ahora, todos vamos sin rumbo, tropezando unos con otros, cortando hilos, tomando otros, manejando muchos más y deseando que la obra concluya con un final que nadie había esperado.

¿Qué orden se le puede dar a todo esto?, es decir, ¿Qué explicación me pueden enseñar a mí, para que logre abrir mis ojos y mi corazón vuelva a vivir?; Vivir siempre ha sido la respuesta… Morir el desenlace. ¿Quién me dicta?, ¿Quién esta tomando mis ideas en las yemas de mis dedos para que estos fluyan con una corriente inversa a la propuesta?

Me senté esperando que algo pase… Algo –lo sé- está sucediendo afuera y yo me quedo atada de brazos. Mis hilos han sido olvidados, mis armas han sido cubiertas por el asfalto de la desesperación que ahora ha incivilizado a mi cerebro. La trompeta suena y nos avisa que algo nuevo, quizá… pasará… Y nada pasa, nada siento, el cuerpo me da un vuelco y los niños castrados vuelven a cantar mi nombre, ¿es lo que faltaba?

La miseria humana, la codicia de control, la ambición de percibir su razón en contra de la locura que ahora padezco yo. Quizá, soy un arrebato o una mala decisión que alguien tomó, quizá, haya sido un percance de algo que jamás sucedió.
¿Cómo voy a saberlo? Estoy en la misma situación, tú y yo, no somos diferentes, estamos sólo un poco indiferentes, pero nada cambia, nada sucede. Estamos aquí, porque alguien se olvido de decirnos lo que seguía, cuál era el trato, cuál era la fina línea que debíamos seguir. ¿Acaso lo recuerdas?, ¿Acaso te lo logran decir tus padres mientras sueñas?

No he visto nada que me pueda sorprender, no he leído una sola palabra de alguien que pueda comprender, al menos, más de lo que hago yo. Tal vez no he entendido nada porque no quiero entender, porque no quiero ser igual a las personas con las que me topo a diario, no quiero caer en el adictivo hoyo de lo ordinario, quizá no quiero ser como eres tú. Quizá, nunca lo he sido, pero me empeño en haberlo creído, hasta esa noche, anoche. ¿O cuándo ha sucedido realmente?, ¿Será que el reloj chiflado se ha detenido en su marcha?

¿Cuándo fue la última vez que alguien le dio cuerda?, ¿Cuándo vendrá alguien que pueda darme cuerda a mí?

Hago una pausa, recapacito y omito que alguien depende de la decisión que hoy tome. A quién le importas, después de todo, a quién podría importarle que clave esa manija de auto en la llave de la inmortalidad, eres un simple mortal, como lo he sido yo, como pienso dejar de serlo, hoy. Aprieto el gatillo y sonrío, quizá, simplemente era lo único que se necesitaba, dispararle a mí sombra y reflejo.
El pájaro calla y se vuelve a meter en el alero. El tic tac me devuelve a la escasa realidad que todavía me somete. ¿A quién diviertes?
¿Quién fue el que creó todo este acto tan planeado como devastado?

¡Dios! Ayúdame, creo que hoy cometeré el más pernicioso acto, me dejaré envolver por la sobriedad de la indiferencia, me dejaré caer en el abismo que todo invierte y nada resuelve. Me volveré quien nunca he sido, quien todo lo pierde, ganando a cómo dé lugar, a cuánto haya que pisar.

¿Dejarán estás voces de sonar en mi cabeza? Estas voces, que tienen eco de radar submarino, estás voces que atosigan mientras camino y sonrío a la gente que me va saludando al pasar, ¿qué no lo entienden? Que me rompo en pedazos y callo, porque sé que la razón no está de mi lado, no lo estará nunca más. Me he dejado vencer por la puerta que se me presentó como resignación. Me he dejado envenenar por la pasión que arrebató mi corazón de las entrañas, me faltan las agallas que antes me sobraban, me he sobrevaluado en la tasa media de esperanza. Los ángeles mediocres alzan su canto y escucho como van memorizando otros sonares, otras frecuencias, otro signo más del zodiaco. Caer es mi forma de levantarme. ¡Tú ganas! ¡Tú ganas! Le grito al aire constantemente. Pero nada ocurre. El silencio se desborda y cada vez me siento más sola de lo que siempre o nunca he estado. ¡Qué pretensión! ¡Qué uso desfachatado! ¿Yo? ¿Pretender tener la razón de lo que callo? ¡Inerte! ¡Pasiva! ¡Sufriendo por la cavidad que enterró mi poca humanidad!

Necesito sufrir, necesito del dolor para comprender que sigo aquí, que todos estos cuerpos que sangran a mi alrededor no son producto de mi imaginación, que yo los asesine, que es el precio que ahora pago por la muerte que he desperdiciado. ¡La inútil vida de un hombre a la basura! Después, los guardianes del orden, vendrán y me llevarán con ellos para declarar lo que he hecho, para que confíen en mi destrozada honestidad… ¡Yo no lo hice!, en el peor de los casos, él fue quien me obligó…
Seguramente me preguntarán: ¿Quién?
Y yo responderé: “Ellos, que juegan a ser Dios”…


Karla Nerea Valencia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé en qué parte del mundo estarás, ni siquiera sé si existes, pare creo que eres una persona que sabe lo que es sentirse sol@.
Una persona que alguna mañana ha visto claras sus equivocaciones y sus consecuencias; alguien que en el deseo de ser de otra manera tropieza siempre en la misma piedra, esa que nos sorprende porque forma parte de lo que realmente somos, aunque aún no lo sospechamos.
Alguien varado, sin dirección ni rumbo y necesitas que alguien agarre el timón, hasta que de nuevo aparezca tierra en el horizonte.
Pero tu decides el día que tu vida sea sólo tuya, y que nadie mejor que tu para llevar las rienda; que si persigues un sueño, debes intentar al menos...cumplirlo
Siempre luchar por lo que creas que merece la pena, que las noches no se llenan de oscuridad, siempre que haya una estrella que la ilumine.
Aquel día aprenderás...qué es lo que buscas en la vida, y lucharás por aquello que te lo proporcione...

"PORQUE NADIE ES MÁS SOLITARIO QUE AQUEL QUE NUNCA HA AMADO”

* espero que este no sea tu caso

Anónimo dijo...

RADIOHEAD - Exit Music (For A Film)

Wake from your sleep
The drying of your tears
Today we escape
We escape

Pack and get dressed
Before your father hears us
Before all hell breaks loose

Breathe, keep breathing
Don't lose your nerve
Breathe, keep breathing
I can't do this alone

Sing us a song
A song to keep us warm
There's such a chill
Such a chill

You can laugh
A spineless laugh
We hope your rules and wisdom choke you

Now we are one in everlasting peace

We hope that you choke, that you choke
We hope that you choke, that you choke
We hope that you choke, that you choke

R.T.

Miss you...