martes, mayo 06, 2008

« La Niñez »


LA NIÑEZ


El Discurso:


"Esto de la infancia, la niñez, es un sucio truco publicitario. Es un mal innecesario pero necesario. Creo que la infancia es un artilugio con el cual Dios intenta despistarnos y hacer que nos creamos que la vida es tan dulce y color rosa al no conocer ningún tipo de preocupación. El único problema que yo le veo a la niñez, es que te forja a ser lo que ahora eres, es el pasado que en cada palabra te delata.
¡Quién está libre del trauma de la infancia! Hasta el niño golpeador que siempre te quitaba la comida en el recreo, hasta el niño más astuto para copiar en el éxamen del colegio. Todos crecemos con algún secreto oculto, con algún momento que no deseamos que se sepa y que por el rodar del mundo, existe la persona que también lo sabe y lo conoce. Quizá, en este mismo momento, lo esté contando en una reunión social y sacando risas, a costa de nuestra verguenza ocurrida. ¡Qué desgracia! ¡qué envidia le tengo a aquél, a aquélla que no guarde algún remordimiento en la conciencia de la infancia! ¡qué envidia le tengo a aquél, a aquélla que no alberga en su corazón un sucio sentimiento como el rencor y el resentimiento añejado!

¡Ya se lo digo, paisano! La infancia es la publicidad del hombre malvado. La vida debería ser todo al contrario. Ser niños siendo ancianos, ser adultos e ir poco a poco in-madurando, la adolescencia con cierta experiencia, llegar a la infancia para disfrutarla: sin preocupaciones, sin reclamos, ni pagos exagerados ni cuentas pendientes con el pasado. Desgraciadamente nada de eso puede ser, desgraciadamente el único deseo que se tiene en la infancia es poder llegar a envejecer y en estos tiempos, ya ni eso. Si se logra llegar a los 30 años y pasar factura a la vida un poquito más, ya es ganancia. Pero la infancia se va... Como arena en el reloj de la eternidad cuyo destino es la muerte esperanzadora, porque en esta vida, es lo único que nos debe importar, llegar a morir con decencia. Porque la gente, estemos o no estemos, acá viviendo, en este mundo pasajero, de nosotros siempre habrá de hablar. ¡Odio las personas metiches que de todo quieren examinar! De pronto todos se convierten en psicológos queriéndote analizar. ¡Qué analicen su vida, qué lloren su tragedia y dejen vivir la ajena!

La niñez nunca debería de terminar. Pero Dios, que es loco, una lección nos quiere dar: "A sufrir de niño, a sufrir de joven, a sufrir de adulto, a sufrir de anciano para amar la muerte". Y nada más. ¿Qué nos puede quedar? Yo con gusto me lanzo a los brazos de los huesos que me lleven a la mar y me aparten de esta desgracia. ¿Suicidio? ¡Jamás! Prefiero que me suiciden, pero yo, ¿provocarme daño? Mi dignidad me lo impide. ¿Qué me hago daño al odiar, al guardar rencores y al perder la verguenza de no conocer el remordimiento? Soy todo un estuche que no hay que tocar, porque, paisano, se puede espantar. Tome en cuenta mis palabras, la niñez es el paladar de la ancianidad, es el bastón con el cual usted habrá de caminar hacia la eternidad. ¡Benditos aquellos que tienen la dicha de olvidar sin pensar! Porque de ellos, el tiempo es un aliado que les va secando las «lagunas» del recuerdo.

Un cuento corto, que ya llegó a su final.
¡Viva la niñez que muy pronto se ha de acabar!
"


...Y así, con esas palabras, la mujer oprimía el botón de su pecho que hizo estallar la guardería en donde las madres, que no tienen tiempo de atender, lo que malamente a este mundo trajeron.
¡Dios la bendiga!


Escrito por:
Karla Nerea Valencia

7 comentarios:

Pelo dijo...

Durante mucho tiempo tuve el llamado "complejo de Peter Pan": me aterraba llegar a la edad adulta, no quería crecer, ni madurar; no quería dejar de ser niña o adolescente.

Ahora me doy cuenta que la niñez, la verdadera, no es más que actitud, más que una cosa mental. A los 40 años puedes seguir siendo un niño, pero con más madurez, libertad y realismo, que cuando tenías, por ejemplo 7 años.

Me llamo Adriana, tengo 18 años, y soy una niña.

¡Viva la niñez que nunca acabará!

Saludillos

Anónimo dijo...

Hay que ver el mundo comoun niño, para ver que la magia esta en todas partes, donde mires alli esta, persiguiendo a la miradas de aquellos asombrados, aquellos que guardan a ese niño inocente que todo lo pregunta y que todo lo impacta. A ese infante, que le debemos seguir haciendo creer que la magia, al igual que el amor esta en todos lados.
En la luz las sombras y en la oscuridad destellos de luz que se dibujan en nuestra imaginacion, cuentos que nunca se contaron, historias unicas, fantásticas que solo saben vivir dentro de nosotros y que nos impulzan a seguir soñando, y a seguir el camino, ese camino que nos sopla la ruta nuestro corazon...ese sitio en el cual también yo exista

Pelo dijo...

La ignorancia y la estupidez no son conceptos sinónimos, ni por asomo.

arsoivan dijo...

Y mi secreto de la niñes sigue guardado, simplemente por que la otra persona ya no esta en este mundo, pero definitivamente la disfrute, me refiero a la niñes eh!.. saludos karlita

Dacrux dijo...

estas metiendo mucho a dios y aunque de figura literaria no me causa tanto pedo hahahaha ya fueron 2 pero weno aste sigale :D

y cada quien empieza a hacerse viejo cuando quiere

Dacrux dijo...

y otra cosa no hay nada que te haga envejecer mas que sentirte viejo :P

Anónimo dijo...

La infancia se va como un suspiro, un instante en el tiempo que cuando te das cuenta que estuviste ahí... es porque ya lleva rato que termino...

La niñez es solo una etapa mas en la vida, donde hay demasiada inocencia, no se trata de regresar a la niñez, se trata de disfrutar los instantes que te da la vida, aprender a madurar sin dejar de soñar y brillar por siempre... aunque eso es lo que mas trabajo cuesta, no es sencillo con todo lo que se nos presenta, pero hay que recordar que la tristeza, también es parte de la vida y hay que saber enfrentarla.

Me acorde de esta canción:

So many adventures couldn't happen today
So many songs we forgot to play
So many dreams swinging out of the blue
We let them come true

Forever young, I wanna be forever young
do you really want to live forever, forever and ever.

No quiero terminar de escribir sin resaltar esta parte que me encanto del post:

"Soy todo un estuche que no hay que tocar, porque, paisano, se puede espantar. ¡Benditos aquellos que tienen la dicha de olvidar sin pensar! Porque de ellos, el tiempo es un aliado que les va secando las «lagunas» del recuerdo."



Saludos



Ces