Roberto Madrazo llegó hoy al Sport City de plaza Loreto más temprano que de costumbre. Quiere que lo vean lo menos posible los demás corredores. Desea estar solo, más que de costumbre después de su derrota en julio pasado.
Piensa darle las vueltas que pueda a la pista de 200 metros que tiene este gimnasio. Y puede muchas.
Lleva puesta una de las playeras rojas que le quedaron de su pasada campaña, una gorra del mismo color, y bermudas grises, como las que usó cuando corrió en el malecón de Campeche hace años.
Lleva sus tenis Nike, y su cronómetro en mano.
Decide comenzar a trotar un poco en la pista de color marrón.
Comienza a sacudir un poco sus piernas, a girar la cabeza: derecha, izquierda. derecha, izquierda. derecha.
Y es aquí donde se pierde.
-Roberto, hace un año estabas entrenando para tu gran carrera, tu gran maratón, ¿te acuerdas?
-Cómo no me voy a acordar. Llevaba las de ganar.
-Pero si nunca repuntaste del último.
Repentinamente se detiene. Se coloca las manos en la cintura y se refleja en uno de los cristales que tiene esta pista. Manotea.
-Eso no es cierto, no es cierto. Las encuestas son las únicas que no traicionan. Yo iba de puntero. Siempre fui en primer lugar.
-Tal parece que eso de la traición lo traes muy dentro de ti, ¿verdad?
-¿A qué te refieres? ¿A que me han traicionado o las traiciones que he hecho?
-A lo que tú quieras.
Decide continuar con su rutina deportiva.
-Mira, a mí siempre me traicionan. Yo jamás he traicionado a nadie.
-Jajajaja. Eso ni tú te la crees.
-Te lo juro. De las traiciones que más me han dolido, que me han hecho, está la de tu ex presidente Zedillo.
-Pero si él no te traicionó. A ver dime. Si te sentías traicionado, ¿por qué fuiste en noviembre de 1999 a Los Pinos? Bien chulo que te veías con tu falsa férula en la mano derecha.
-Caray, hasta mi sombra me traiciona. Acaso no te acuerdas que en esa ocasión me la lastimé. ¿O qué, eres de los que creen que no quise saludar de mano a Zedillo ni a Paco Labas?
-No, no. Para nada. Siempre te he creído. Pero ese día, ¿a que fuiste? ¿A fumar la pipa de la paz o a confirmar la traición que supuestamente nos hizo el doctor Z.?
-Mmmm. ¿Cómo te explico? Nunca le creí. Desde que me quiso sacar de mi Tabasco. Siempre sentí desconfianza.
Poco a poco el sudor va apareciendo en su playera roja. Escucha un murmullo y voltea. Son tres corredores que lo ven de reojo. Cuchichean entre sí.
Él, con una sonrisa eterna, como las que acostumbra, les hace un ademán de "hola". Ellos le responden de la misma forma.
-Oye, pero también tú has hecho algunas traiciones, ¿no?
-Jamás. Nunca. Never.
-¿Tú le crees a Madrazo?...
-Sí, sí. Yo sí -y se señala a sí mismo.
-Fui el único que me creí todo lo que dije. Los gobernadores que decían que me apoyaban a la mera hora se doblegaron. Me abandonaron.Todos me traicionaron -dice con un gesto de coraje que se confunde con esfuerzo al correr.
-Pero ya ves, hasta Naty dice que no eras su corredor y ahora hasta dice que a la mera hora te apoyó.
Se detiene, y recarga su cabeza de frente al muro. Azota fuertemente sus puños contra la pared.
-¿Tu le crees a Naty?... Yo tampoco.
Se ríe a carcajadas, provocando que las miradas del resto de los deportistas lo vean de nuevo.
-A ver, te pongo un reto.
-Venga.
-¿Traicionaste a la Gordillo? -sigue corriendo y nueve la cabeza de un lado a otro.
-No, no, no. La encanté con mis ojos de cobra como ella misma dijo. Esa fue la que me traicionó. Ella fue la que dobleteó con el PRI y con el PAN al mismo tiempo...Ella fue la traicionera, ella, ella.
-¿Traicionaste a algún gobernador del ´Tucom´?
-Jamás he traicionado a un priísta. Para nada. Por cierto, ¿qué era el Tucom?
Bruscamente dejar de correr, y decide irse a una de las caminadoras Precor que hay en ese gimnasio. Elige una de las que están hasta atrás. Desconfía que alguien esté a sus espaldas.
Comienza a andar en la banda de la caminadora.
-Roberto, ¿qué harás a partir de la aparición de tus. confesiones?
-No son confesiones. Es parte de la historia que no se sabe de Ernesto, y de mí, por supuesto. Lo que sufrimos al perder la Presidencia. Si el doctorcito Zedillo no hubiera pactado con Vicente, estaríamos en Los Pinos. Ya me veo llegando y rompiendo mi propia marca. Llegando a Molino del Rey y una pancarta que diga Meta.
Madrazo ve el cronómetro y el medidor de distancia de la caminadora que eligió.
Ve cómo en el indicador, los números pasan rápidamente. Se da cuenta que ya no va trotando, sino corriendo, casi volando.
-Esta caminadora me traiciona. No he recorrido tanto.
En un desliz de la banda, estrepitosamente cae -como en las encuestas electorales- y se desparrama a lo largo de la caminadora.
Una joven deportista que pasa por ahí, lo ve y no puede dejar de exclamar:
-¡Qué madrazo!
Tirado de espaldas, intenta incorporarse y tomar forma:
-¿Verdad que sí?
-Sí señor. El que le dieron y el que se acaba de dar.
katia.katinka@gmail.com
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RECUENTOLa decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que se destruyan las boletas de la elección presidencial del año pasado. Ahora el IFE decidirá si se quema, se entierra o se tritura el material electoral. ¿Qué sugiere usted?
Uno.- El resultado de las elecciones para gobernador que hoy se realizan en Yucatán. Son las primeras de este sexenio. Por lo pronto, el PRI y el PAN se anuncian como posibles ganadores. ¿Qué bomba resultarán estos comicios? Dos.- El destino que tendrá la llamada 'ley Televisa', que esta semana la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminará si es anticonstitucional o no. Lunes, martes y miércoles, los ministros escucharán opiniones de diversos especialistas de la UNAM y del IPN. Posiblemente el jueves se dé a conocer el dictamen final.....
1 comentario:
hay wey asta la cabeza me dolió sera que no eh almorzado o sera que soy uno de esos que quedaron hartos del la clase política la vez pasada, putamadre y tendré que chutarme de nuevo todo en las próximas elecciones que haya sean del nivel que sean chale hahahahaha
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